lunes, 21 de julio de 2014

La comunicación desde una perspectiva de comunicación comunitaria

“La comunicación comunitaria nace bajo un sesgo liberador” Jaime Correa


Hablar de comunicación comunitaria es referirse a una reciente historia de cruces teóricos con experiencias prácticas en América Latina; a partir de una mirada crítica (denunciativa), y al mismo tiempo alternativa (propositiva) a la noción tradicional dominante sobre “la comunicación”. Generada en contraposición a un modelo comunicacional hegemónico: autoritario perpetuado sobre la base del orden jerárquico, de explotación, control ideológico y represión para mantener sistemas sociales desiguales e injustos.

Los medios de comunicación comunitaria, popular y alternativa nombran un conjunto de prácticas comunicacionales muy diversas (radiales, televisivas, gráficas, artísticas). Las distintas experiencias que se dieron en la Argentina a partir de 1983, significaron un conjunto de prácticas a través de las cuales se podría hacer efectivo el ejercicio del derecho a la comunicación y como estrategia para la transformación social. Es decir son experiencias que se gestan y desarrollan al calor de un proyecto político-cultural de transformación social.

No es posible comprender estas prácticas al margen de los contextos en los que se desarrollan, contextos que están constituidos por los procesos económicos, sociales, culturales y comunicacionales hegemónicos y por las dinámicas de las organizaciones y movimientos sociales que luchan por su transformación (Kejval, 2011).

La mayoría de las experiencias poseían algún medio de comunicación (mayoritariamente de radio) como  herramienta de difusión. Y nacieron con una fuerte impronta local o barrial. El adjetivo “comunitaria” que muchas veces asumieron refería a las comunidades territoriales que las radios u otros medios cubrían o pretendían cubrir.

Se comprende entonces que la comunicación comunitaria extiende el concepto de comunicación a una multiplicidad de manifestaciones y lenguajes que incluyen sin duda a las prácticas vinculadas con los medios gráficos, radiales y televisivos pero que no se agotan en ellos, las experiencias de radio, televisión y gráfica comunitarias, populares, alternativas, desarrolladas por campesinos, trabajadores, sindicatos, movimientos, estudiantes, partidos políticos, grupos insurgentes, organizaciones, son parte de un fenómeno complejo, rico y variado que las integra pero que, insistimos, no las agota (Magarola, 2011).

“La comunicación comunitaria nace bajo un sesgo liberador” Jaime Correa. Respecto del campo de la comunicación como fenómeno social tomamos las palabras de López Vigil (2005) cuando afirma que la comunicación es inevitablemente política porque hace al espacio público. Se trata de influir en la opinión pública, de inconformar, de crear consensos, de ampliar la democracia, de construir comunidad.Y desde un punto de vista político-cultural, las experiencias de comunicación comunitaria en América Latina, nacen como verdaderas iniciativas contra hegemónicas, a contra pelo de la industria cultural al servicio de un orden social injusto, explotador y excluyente. Como bien dice Eduardo Balán, la comunicación comunitaria es para otra Industria Cultural. 

Entendemos a la comunicación como un fenómeno, antes que mediático y tecnológico, antropológico, social y humano. Los procesos de comunicación no se dan únicamente a partir de los medios masivos, sino que circulan ininterrumpidamente en múltiples escenarios cotidianamente: en la calle, en las instituciones, en los hogares, en los barrios. Desde esta perspectiva, entonces, concebimos a la comunicación como un proceso dialógico que implica: interacción, intercambio, encuentro, participación, producción de sentido, creación, 
común-unión-comunidad, democratización, derecho humano.



*Fragmento del texto "Pasado y presente de la Comunicación Comunitaria en Argentina y Americalatina", Lic. Nelson Cardozo, Marzo 2012

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